Sin buenos días, sin buenas noches y sin tener a alguien de quien poder hablar. Sin echar de menos y sin querer a más. Sin nada nuevo, sin nada que contar. Sin presencias nuevas, sin estrellas por brillar. Sin inquietud, sin miedo. Sin amor, sin tristeza. Sin poder ser ideal aquello que tanto imaginaste.
Cuando todo termina, o quizás sólo algo ha hecho comienzar. Cuando había problemas con preocupación y ahora sólo queda preocupación sin ellos. Cuando crees pisar fuerte y ni si quiera se entera la más minúscula hormiga.
Sin cosas nuevas, sin poder bailar. Sin motivación por algo, sin alegría para realizarlo. Sin dolor, pero con amargura. Sin entusiasmo, pero con alegría. Sin alguien, pero conmigo.
domingo, 18 de enero de 2015
Sin alguien, pero conmigo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario